miércoles, 20 de julio de 2016

Los humanos también pueden lamer

Esta leyenda urbana se trata de una hermosa joven que se quedó sola en casa una noche, pero protegida por su perro. Los padres dijeron a la niña que cerrara todas las ventanas y puertas después de haber salido. Pero había una ventana en el sótano que no se cerraba completamente.

Haciendo un esfuerzo finalmente logro cerrarla, Así que volvió a subir. Sólo para asegurarse de que nadie podía entrar, puso lo cerrojos en la puerta del sótano. Luego se sentó a comer algo, alimentado su perro decidió ir a dormir por la noche. Se acomodó en la cama y su perro dormía debajo. Puso a su mano hacia abajo y dejo que su perro la lamiera.

Pero durante la noche, se despertó con un sobresalto. La niña estaba allí preguntándose qué había despertado, cuando de repente se oyó un ruido. Era un sonido goteo y parecía venir desde el baño. La niña pensó que olvido el grifo abierto, y ahora estaba goteando en el desagüe del fregadero. Así que pensando que no era gran cosa, decidió volver a dormir.

Pero se sintió tan nerviosa que llevo a su mano sobre el borde de su cama, para dejar que su perro la lamiera para asegurarse que la estaba cuidando. De nuevo, aproximadamente a las 3:45 se despertó por el goteo nuevamente. De nuevo se agachó y dejo a su perro lamer la mano. Después volvió a caer a dormir.

A las 6:52 de la niña decidió que ya había tenido suficiente ... se levantó justo a tiempo para ver a sus padres llegaban a casa. "Qué bueno" - pensó "Ahora alguien puede arreglar cerrar el caño".


Se dirigió al baño para descubrir a su perro colgado del cuello en la barra de la cortina. El ruido que escuchó era la sangre goteando en un charco en el suelo. La niña gritó y corrió a su habitación y junto a su cama vio en el espejo escrito con sangre "Los seres humanos también pueden lamer".


miércoles, 5 de noviembre de 2014

Corre

Carmen es una hermosa joven, tiene el pelo castaño oscuro y tan largo que le llega a la cintura, piel clara y unos ojos marrones oscuros casi como el color de su pelo y tan brillantes como una estrella. Una noche fría de invierno, Carmen, se arregló, se planchó el pelo para que se le quedara liso y espero en la puerta de su casa a que su pareja, Adrián, pasará a recogerla con el coche para salir a dar un paseo y finalmente caminar a la orilla de la playa.
Pasan 20 minutos, tenían planeado salir a las 11:00 pm, son las 11:20 pm, él aún no ha llegado, Carmen piensa que puede ser que su coche se ha averiado a mitad del camino, pero, recuerda que justamente esa mañana había estado en el taller haciendo la revisión del coche.
Cansada, se sienta en el escalón de su puerta, sigue esperando, han pasado en total 45 minutos y él no llega.
Preocupada, decide enviarle un mensaje, se lo envía, pero no tiene respuesta.
Ha pasado ya 1 hora, ella está preocupada, decide llamarle, nada, nadie coge el teléfono.
Lo llama de nuevo, esta vez, con éxito, recibe respuesta.
-Carmen, no me esperes más, corre y no mires atrás, solo corre.
De repente, se cuelga la llamada, ella se siente asustada, la voz de su novio al hablar es débil, como si no pudiera respirar, no comprende sus palabras, ¿porque tiene que correr?
Se gira, no ve nada, solo puede ver las casas, de sus mismos nervios al estar asustada, se le cae el bolso, se agacha a cogerlo, al levantarse, puede ver una silueta, es la silueta de un hombre, pero lleva algo en la mano, lleva un cuchillo, cada vez se acerca más, Carmen no sabe cómo reaccionar, solo corre.
Se le rompe el tacón de sus tacones, se cae al suelo, se levanta rápidamente, mientras que corre se quita el calzado y decide correr sin ellos para impedir caídas.
Sigue corriendo, está cansada, tiene los pies ensangrentados de correr y cortarse con algunos cristales del suelo, pero sigue corriendo, mira hacia atrás, el hombre extraño la sigue aún, ahora está mucho más cerca de esta, puede ver su cuchillo, está ensangrentado.
No puede más, se cae al suelo, no tiene fuerzas, no puede levantarse, el hombre se acerca, coge el cuchillo ensangrentado, se lo clava en el pecho, le quedan pocos segundos de vida, Carmen, escupe sangre, finalmente el hombre le dice al oído:
-¿Me recuerdas? Soy ese "ex-novio" ese al que decías que querías, hasta que me metieron en la cárcel por matar a varias personas, entonces me dejaste, diciéndome que era un "loco con problemas mentales", pero, ahora estarás tranquila, y en pocos segundos te reunirás con tu novio.

miércoles, 11 de junio de 2014

El Carnicero Loco

La historia pasó en un pequeño pueblo de Cataluña, se trataba de una familia de clase media baja en que el padre era un carnicero muy violento que se emborrachaba con gran frecuencia, la madre tenía un pequeño retraso mental y era maltratada continuamente, tenía un hijo que se llamaba Isidro que a pesar de su familia era bastante normal.
Cada día la carnicería del padre iba de mal a peor y también su carácter y alcoholismo, el hombre se trastornó tanto que mató a su mujer y la hizo en caldo.
Esa noche el hombre y el hijo Isidro comieron el caldo, el hijo preguntó: ¿Dónde está mamá? la respuesta del padre fue contundente: Está en tu barriga, te la acabas de comer en el caldo.
Esas duras palabras trastornaron seriamente al chaval, esa misma noche el padre de ahorcó en un descampado.
El niño tuvo que vivir solo por años y en su cabeza no paraba de sonar las palabras que le dijo su padre y en su mano tenía el cuchillo jamonero con el que su padre mató a su madre.
Lo que le sucedió sumado a los largos años de soledad lo volvieron completamente loco. Decidió continuar el negocio de su padre pero esta vez con carne humana, Isidro salía cada noche con su cuchillo jamonero en busca de vagabundos, siempre los mataba igual, les rajaba la barriga y les sacaba las tripas con las que los asfixiaba aún vivos.
La carnicería empezó a tener éxito entre la gente del pueblo porque la carne que  vendía era sabrosa, Isidro no pudo matar más gente que vivía en la calle porque ya no quedaban vagabundos así que decidió matar a ancianas, precisamente por eso le descubrieron, un vecino descubrió un anillo de la abuelita Carmen en una morcilla.
Isidro lo confesó todo y huyó del pueblo, aunque él sigue estando en todas las mentes y pesadillas de los vecinos ¿Quién sabe dónde y que estará haciendo en este momento?...

La Navidad Sangrienta


La navidad es aquella ceremonia donde se festeja el nacimiento de Cristo, y todos tienen una noche buena, pero la familia Edith no tuvo esa noche buena. Londres año 1980, la familia Edith espera ansiosa la navidad, es un día con mucha nieve, pero podría ser peor cuando informan por televisión sobre un asesino que se ha escapado de la cárcel con un traje de santa Claus y que ronda por esa misma zona, la familia se mantiene alerta, pero no lo suficiente ya que no han asegurado la casa y que en cualquier momento el prófugo podría introducirse en el hogar.
Ante esto la madre manda a dormir a su hijo en la planta alta de la casa (2° piso), para estar más asegurado. Ya son más de las 00:00 horas y en la casa están todas las luces apagadas, de repente se siente un ruido por la chimenea entonces Lautaro hijo único de la familia se levanta de la cama creyendo que era santa, fue entonces cuando la madre grita: ¡Lautaro corre y escóndete....! pero el asesino le corta el cuello a la mujer con lo cual muere ensangrentada, el niño siente un temor inexplicable.
Mientras el niño subía la escalera rápidamente el prófugo le decía con voz dulce y delicada: Lautaro, dale un abrazo a santa. Fue entonces que en esa ocasión aparece el padre del niño peleando contra aquel asesino, pero por un descuido minúsculo el suicida saca un hacha que tenía escondido en su traje robusto y le corta el hombro al pobre hombre que gritaba agonizante en el pasillo de su casa, mientras gritaba adolorido por la herida el esquizofrénico hombre le corta la cabeza al papa de Lautaro, ahora sí, Lautaro sentía miedo, pero a la vez furia y tristeza por lo sucedido aquella noche de alegría, él estaba solo e indefenso lo único que pudo hacer fue esconderse en su cuarto encerrarse en su closet y llamar sollozantemente a la policía sin que aquel demente se diera cuenta de la llamada a las autoridades y que todo se diera por terminado......pero no fue así como lo pensó Lautaro.
El asesino aun buscaba al joven asustado, pero cuando subió las escaleras escucho un bullicio en el armario, el loco sin pensarlo corta el cable del teléfono, abre el armario y asesina muy brutal y despiadadamente a aquel joven niño de tan solo 7 años de edad,extrayendo sus órganos, mientras Lautaro agonizaba el despiadado hombre le corta el cuello y es ahí cuando la vida de aquel niño se da por terminada, pero antes de irse el loco vestido de santa Claus descuartiza a los integrantes de la familia, los mete en una bolsa negra y los coloca en una caja cuadrada lo envuelve con papel de regalo y lo deja debajo de aquel árbol de navidad que hermoso se veía con sus adornos navideños.
Jamás se volvió a ver a aquel asesino, pero ten cuidado, puede que en cualquier navidad aparezca en tu casa, pero... ¿estarás preparado para ello?

miércoles, 21 de mayo de 2014

El Horno

 
Parece mentira que las cosas se rompan cuando uno no tiene plata para reponerlas. Esto fue lo que pensó Mirasol cuando su viejo horno alimentado por gas natural, heredado de su madre, finalmente sucumbió al óxido y al paso del tiempo. Y justo cuando Luis, su marido, se había quedado sin trabajo. Fueron a la casa de electrodomésticos y preguntaron los precios, y pese a que el vendedor trató de tentarlos con una “imperdible oferta” y un método de pago basado en “cómodas y sorprendentes cuotas fijas”, los esposos se dieron cuenta de que nunca podrían pagar aquel “nuevo y fabuloso horno”. “Tendremos que comprar uno usado”, se dijeron entre sí. Así que fueron a una casa de empeños y se hicieron de un viejo horno marca Orbis, que poseía cuatro hornallas y un botón de encendido eléctrico. Luis lo llevó en la parte trasera de la chata y luego hizo la instalación esa misma tarde. Y ahí fue que comenzaron los problemas.
Primero fue “Church”, el gato. Marisol se levantó a las dos de la madrugada a tomar un vaso de agua y escuchó unos maullidos provenientes de la cocina. Fue a ver y allí, metido en el horno y maullando de desesperación y terror, estaba el gato. La mujer abrió la puerta del horno y el gato salió disparado rumbo a los interiores de la casa. Días después Marisol vio otra cosa todavía más inquietante. Era de noche y se encontraba sola porque Luis había salido a beber con unos amigos. La mujer estaba entretenida horneando unas cupcakes, cuando de repente escuchó un ruido que provenía desde el interior del horno. Pensó que eran las cupcakes que habían reventado, y se inclinó parar mirar a través del vidrio. No eran las cupcakes: había una mano allí, ennegrecida por el fuego. Marisol dio un alarido y cerró la llave del gas y luego llamó por celular a su marido, pero éste no le contestó.
¿Qué diablos había sido eso? Comenzaba a sospechar que aquel horno estaba embrujado o algo así. Sabía que podían ocurrir esas cosas. Los objetos a veces quedan impregnados por la maldad de su antiguo dueño. Quizás el anterior propietario había sido un psicópata que cocinaba a sus víctimas en el horno, aunque la idea le pareció descabellada. Volvió a llamar a su marido y tampoco obtuvo respuesta. Marisol mientras tanto se había encerrado en el dormitorio, porque tenía miedo de volver a la cocina. En algún momento de aquella larga noche se durmió, y se despertó por los maullidos insistentes del gato. Había olor a gas, y cuando la mujer corrió hacia la cocina, se encontró con su esposo, que había metido la cabeza en el horno y le había dejado una nota de suicido sobre la mesa.
 
Nunca más se supo de Marisol. Enloquecida por el dolor se alejó de la casa y se perdió en la noche. La casa quedó en venta, con todos los muebles dentro. Un año después, un agente inmobiliario se encontraba mostrándole la casa a una joven pareja, cuando sintieron un hedor proveniente del horno. Abrieron la puerta y allí estaba el pobre Church, ennegrecido y cocinado hasta la muerte.

No Me Dejes Sola

Eran aproximadamente las cinco de la mañana cuando escuche un leve toque en mi puerta, me levante de la cama y me dirigí a abrir, abrí y nada, no había nadie, al entrar en mi cuarto volví a escuchar los golpes, molesta volví a abrir la puerta y de nuevo no había nadie, solo un frio viento que se colaba en mi casa. A la mañana siguiente fui a casa de mi mama y le conté lo ocurrido, me sorprendí cuando mi mama me había dicho que a ella le había pasado absolutamente igual, ese día dormí en su casa puesto que tenía mucho miedo.
 Al regresar a mi casa y entrar a mi cuarto encontré aterrada una nota que decía con sangre "Gracias por dejarme entrar a tu casa, ahora, por ese error tuyo, estoy dentro de ti...", de pronto escuche unos pasos inquietos subiendo a mi escalera, desesperada me encerré en el baño, de pronto sono el teléfono, no sali a contestarlo, entonces los pasos cesaron y el teléfono paro de sonar, al salir, él estaba ahí, ahora tiene mi alma, llevo mi cuerpo a el infierno y mi alma es suya, a los dos días siguientes una amiga mía entro a mi cuarto, escucho el mensaje y decía lo siguiente: "Hija... soy tu mama no me dejes sola, el ahora viene por mí, no me dejes sola..."

viernes, 16 de mayo de 2014

El Circo


Yo adoraba ir al circo, pero después de lo que me sucedió, aborrezco ir al circo y aún más a los payasos. Era un día corriente en mi ciudad. Mi hermana pequeña y yo habíamos escuchado de que un nuevo circo había llegado y que las primeras 3 funciones eran gratis, pero por supuesto, nadie iba a ir después de la primera función. Mis padres no querían que nosotros fuéramos ya que era un espectáculo en el cuál los niños eran los únicos que podían entrar. Eso nos parecía sospechoso a toda la ciudad, pero había algo hipnótico en ese circo que atraía a todos los niños.

La noche de la primera función, mi hermana y yo escapamos de casa para ir al circo, ese ha sido mi mayor error en toda mi vida, el cuál le costó la vida a mi pequeña hermana. El show empezó como cualquier otro, todos estábamos tan emocionados, en eso, apareció un carro miniatura, de esos que utilizan los payasos, ahí fue cuando las cosas se pusieron aterradoras. La música de fondo se empezó a distorsionar, las luces se apagaron de golpe, escuche varios gritos y de pronto se encendieron las luces en una tonalidad escarlata, me di cuenta que mi hermana ya no estaba a lado mío. Del coche bajaron 3 payasos con sonrisas diabólicas, los tres rieron al unísono. Todavía recuerdo esa risa, una risa ronca y hueca, como si se tratase de un león ahogándose. Los payasos corrieron hacia la primero fila y tomaron a cuantos niños pudieron, los metieron al cochecito y repitieron el proceso una y otra vez. Los espectadores trataron de huir pero era imposible, había más payasos custodiando las salidas. Cada vez había más y más payasos. Entre la multitud pude ver a mi hermana llorando en una esquina del circo, fui por ella, la cargué y me di la vuelta y noté que ya no quedaba nadie más. Corrí hacia la salida y mi hermana me susurró al oído: “Ríe, ríe ¡Ríe!” Cuando la vi a la cara, note que esa, ya no era mi hermana, tenía la cavidad de los ojos vacía, brotando de ella sangre, el vestido ensangrentado y una sonrisa de oreja a oreja y un maquillaje blanco. Ella empezó a reír al igual que los payasos que se acercaban a mí alrededor. Pensé, este es mi fin, ¡Voy a morir! Pero no fue así. Un payaso me tomó por la espalda, al mismo tiempo que otro me arañaba el abdomen, dieron la vuelta y me extirparon los ojos, me dejaron botado en un charco de sangre mientras yo reía. No paraba de reír. Salí del circo a rastras de ese lugar diabólico. Le conté a la policía lo sucedido en ese lugar. Nadie me creyó. El circo ya no estaba. Me he vuelto loco, soy un esquizofrénico según mis doctores. Pero aún sigo escuchando esas risas, no se van de mi cabeza. Y lo que más me remuerde la conciencia es que “El Circo” pueda ir a tu ciudad a visitarte. Ya te he advertido, pero aun así, sé que no escaparas de sus garras, así que solo… ¡RÍE!

 

Carta realizada por el paciente #203 Joseph Lincoln